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DISSERTAZIONI DI DOTTORATO
2016-2017

MORA MESEN Victor Manuel

«He aquí que salió el sembrador...».
La intención comunicativa del discurso parabólico de Jesús en Mc 4,1-34

Mod.: R.P. Jean-Noël ALETTI, S.J.

El texto de Mc 4,1-34 ha sido uno de los más estudiados por la exégesis del Nuevo Testamento. Sin embargo, han sido pocos los estudios que se han realizado acerca de los mecanismos de la comunicación que en él se encuentran. El propósito de la tesis es ahondar primeramente en los problemas de la cohesión textual y de la coherencia semántica, para luego concentrarnos en las estrategias usadas en el discurso en miras a la transmisión de un mensaje por parte del autor a sus destinatarios.

La perspectiva pragmática ofrece una visión diferente y complementaria del estudio de los textos bíblicos, porque su intención es encontrar los mecanismos mediante los cuales el autor del texto pretende entablar una acción con el lector. La pragmática considera que toda comunicación es un acto, tendiente a influir en la realidad. Es decir, el autor pretende obtener una respuesta positiva por parte del destinatario a las intenciones que él tiene en el acto comunicativo.
La tesis considera el discurso de Mc 4,1-34 como un evento comunicativo. Esta perspectiva ha permitido relevar un estructura textual que muestra la cohesión de todos los elementos que constituyen el discurso contenido el pasaje. Al mismo tiempo, ha servido para evidenciar cómo la narración marcana induce al lector a comprender el porqué y el qué de la enseñanza de Jesús, incluyendo la diversidad de modos en que esa enseñanza es ofrecida a las distintas audiencias reseñadas en el texto, en miras a obtener una respuesta de parte suya.

La relación que se ha establecido entre la enseñanza de Jesús y su predicación en parábolas, invita al lector a considerar de una forma diferente el anuncio del Reino de Dios, que había aparecido inicialmente en Mc 1,15.  Las parábolas indican que este Reino es semejante a un proceso que tiene su origen en la acción humana, pero que no depende enteramente de ésta para su desarrollo y sus resultados. La serie de imágenes que transmiten las parábolas se relaciona en la explicación a los discípulos con la persona de Jesús, aunque de forma implícita. La explicación muestra indirectamente que en Jesús se encuentra la clave de interpretación de las parábolas, no solo porque Él devela su sentido profundo, sino porque ellas hablan de su propia persona. Es decir, las parábolas hablan de cómo se manifiesta el misterio del Reino de Dios, que ha sido donado a los discípulos y que se identifica con el mismo Jesús. Sin embargo, dicha identificación tiene que ser establecida por el lector, si es que ha consentido en cooperar a las solicitaciones del texto.

Desde un punto de vista pragmático, las parábolas presentan al lector el desafío por reconstruir mundos posibles a partir de su narración. Los procesos de desfamiliarización que son presentados por las parábolas, son una señal para que el lector también descubra en lo que Jesús hace y dice, una nueva forma del actuar de Dios. Así como el proceso de la siembra sorprende a quien escucha las parábolas, porque le hace ver de otro modo lo que él conoce por su experiencia, también Jesús hace que quien recibe su revelación, transforme sus ideas acerca de Dios.

Las antinomias introducidas en los mundos posibles propuestos por las parábolas, exigen una redefinición del concepto Reino de Dios. Porque en él se debe incluir la debilidad de su manifestación, es decir, de su misterio. Los finales sorpresivos de las parábolas invitan al lector a no contentarse con una lectura simplista del mensaje, sino a vincular la manifestación débil del misterio del Reino en Jesús con su plenitud final. En esa comprensión del misterio, juega un papel importante el discipulado. El lector sabe que él no pertenece al grupo de los llamados directamente por Jesús y que conocerlo implica aceptar el testimonio de aquellos que han estado con Él. Por eso, el conocimiento que el lector puede tener de Jesús depende de los que han recibido el misterio. Mc une así la posibilidad de comprensión de la palabra de Jesús con la situación de la Iglesia. La interrelación entre los discípulos y el lector, por tanto, no es la de asimilación a su modelo, sino la aceptación del testimonio que ellos pueden transmitir acerca de Jesús.